viernes, noviembre 11, 2005

Viernes Poesía (IV)

Paranoico. Un canto. Ya no puedo salir más. Hay un hombre tras la puerta en impermeable fumando un cigarrillo Pero Él ya está en mi diario, y las etiquetas están todas en fila sobre la cama, color de sangre bajo la luz del cartel del bar de al lado. Sabe que si me muero (o incluso si me pierdo de vista) el diario aparece y todo el mundo se entera de que la CIA está en Virginia. 500 etiquetas compradas en 500 tiendas distintas, y 500 cuadernos de 500 páginas cada uno. Estoy preparado. Lo puedo ver desde acá. Su cigarrillo parpadea sobre el cuello de su gabán y en alguna parte hay un hombre en un vagón del subte sentado debajo de un cartel publicitario y pensando en mi nombre. Los hombres han discutido sobre mí en cuartos secretos. Suena el teléfono y sólo hay un aliento de muerte. En el bar de enfrente, un revólver de caño recortado cambió de manos en el baño de caballeros; cada bala lleva mi nombre. Mi nombre que está escrito en viejos archivos y fue buscado en las listas de la morgue. Han investigado a mi madre, gracias a Dios que está muerta. Han escrito muestras, examinaron las vueltas de las letras P y las cruces de las letras T. Mi hermano está con ellos, ¿te lo dije? Su esposa es rusa, y él sigue pidiéndome que llene formularios Ya lo tengo en mi diario. Escuchá Escuchá Por favor escuchá Tenés que escuchar Bajo la lluvia, en la parada del colectivo cuervos negros con paraguas negros hacen como que miran sus relojes,pero no está lloviendo. Sus ojos son dólares de plata. Algunos son estudiosos a sueldo del FBI. La mayoría son los extranjeros que llenan las calles. Los engañé: me bajé del colectivo en el cruce de 25 y Lex y un taxista me miró por encima de su diario. En la habitación de arriba, una vieja puso un aparato de aspiración eléctrica en el piso. Manda rayos a través de mi instalación eléctrica y ahora tengo que escribir en la oscuridad bajo la luz rojo sangre del cartel del bar de al lado. Te dije que yo sabía. Me mandaron un perro con manchitas marrones y una radio espía en su nariz. Lo ahogué en el desagüe; anoté esto en la carpeta Gamma. Ya no miro el buzón. Las tarjetas que me llegan son cartas bomba. (¡Alejate! ¡Mierda! ¡Alejate, conozco gente que está arriba! ¡Te digo que conozco gente que está muy arriba!) El barcito tiene pisos que hablan y el mozo dijo esto es sal pero yo conozco el arsénico cuando lo tengo delante de mí. Y el sabor amarillo de la mostaza es para enmascarar el amargo olor a almendras. Yo he visto extrañas luces en el cielo. Anoche un hombre oscuro sin cara se arrastró por nueve millas en las cloacas para salir por el inodoro, escuchando llamadas telefónicas a través de la madera barata, con orejas cromadas. Te lo digo, hombre, yo oigo. Vi las huellas de sus manos, embarradas sobre la porcelana. Ya no contesto el teléfono, ¿te lo había dicho? Están planeando inundar la tierra con su mugre. Están planeando escapar. Tienen médicos que promueven extrañas posturas sexuales. Están haciendo laxantes adictivos y supositorios que arden. Saben como bajar el sol con armas explosivas. Yo me envuelvo en hielo, ¿te dije eso? Anula sus scaners infrarrojos. Conozco cantos y uso talismanes. Pueden pensar que me atraparon pero podría destruirlos en cualquier momento En cualquier momento. En cualquier momento ahora. ¿Querés un poco de café, mi amor? ¿Te dije que ya no puedo salir más? Hay un hombre tras la puerta de impermeable. Stephen King (de Skeleton Crew) Traducción mía. Notas: King es sobradamente conocido como cuentista, novelista y guionista de cine y televisión. Ha escrito muy poca poesía. Éste poema en particular es muy interesante, por el clima sofocante que va en crescendo hacia el final. Es muy interesante la adaptación, en un cortometraje de ocho minutos, que hizo el director Jay Holben. El poema está incluido en un libro de relatos que en castellano se dividió en ¡cuatro! El correspondiente en este caso se llama Historias Fantásticas. La traducción que yo tenía no se satisfizo, de modo que tomé manos a la obra y produje esto que les estoy presentando hoy. Es difícil traducir poesía. Y traducir verso libre, donde el ritmo está dado por el sonido de las palabras, es aún más difícil. En este caso, opté por juntar versos para darle a los párrafos la textura de la prosa poética, que suena mejor en castellano. La traducción que cité, de Historias Fantásticas, corta cada verso donde lo cortó King. En nuestro idioma el resultado no es muy feliz. De todos modos, no soy un traductor profesional. Si alguien conoce el original y quiere hacerme correcciones, soy todo oídos.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bueno encontrar una traducción al argento de semejante calibre para un asiduo lector de King. Nada que corregir en cuanto a la traducción, es tan buena como el poema en su versión inglesa. Por otro lado, tengo cantidad de libros para word o acrobat de éste señor, si anda en la búsqueda de alguno en especial me chifla.
Saludos.

Marcelo Metayer dijo...

Gracias, liyo.
Qué bueno encontrar otro lector constante. Luché mucho tiempo contra supuestos eruditos que ponían a King en la misma bolsa que Sheldon o Harold Robbins.
Creo que el amigo Stephen se merece sobradamente el premio Nobel de Literatura. Y discuto con quien tenga ganas sobre el particular.
Un abrazo y ¡ah! si tiene una buena traducción al castellano de "Los Tommyknockers", avise.

Anónimo dijo...

Por supuesto que si, Nobel para él. No se aflija, quien pone a King en la misma bolsa que habita Sheldon o Robbins no merece el mínimo intento de lucha ni mucho menos. Por mi parte tengo una espina clavada que me da cierto temor cuando intento decir "Supera con creces a Poe" delante de alguien. Pero ésto es Blogger y está todo bien, creo.
Por el lado de Tommyknockers, ahí fue enviado a su cuenta de Gmail.
Un abrazo y buen finde para usté.

Huan dijo...

El prejuicio a la masividad me ha aislado de King.
Tengo un libro suyo regalado en mi biblioteca, que no toco por miedo a leerlo.

Sin menosprecios, desde ya, es solo mi subjetividad infundada.

principio de incertidumbre dijo...

¿Y qué me dice de Cujo, eh?

Marcelo Metayer dijo...

Juan, no haga caso a los prejuicios. Léalo y me dice.

PdI: No me gustan los perros (bueno, no me gustan mucho). Prefiero los gatos. Pero fíjese usted que hay muchas historias de perros malvados. Cujo es una de ellas. Y no conozco, en cambio, historias donde el protagonista sea un gato asesino, o algo así.

Saludos.

Anónimo dijo...

¿No hay un cuento de Poe donde el bicho malo es un gato?O tal vez en uno de L'Isle Adams.

King no me gusta y lo he leído. Si me gusto su biografía "Mientras escribo" (aún con sus reminiscencias faulkerianas que me provocan nauseas).

En cuanto a perros malos me quedo con el de Vázquez Figueroa aunque casi me costase una amistad.

Saludos

Marcelo Metayer dijo...

Efectivamente, hay un cuento de Poe llamado El gato negro.