viernes, septiembre 02, 2005

Ídolos

¿Existe un Dios? Una pregunta sin respuesta. Una incógnita comparable al resultado de 1/0. Entonces: de qué vale arrodillarse frente a la imagen de una entelequia. Sólo deberíamos humillarnos ante nosotros mismos. Supongamos por un momento que sí hay Dios. ¿Quién nos garantiza que no creó este universo mientras jugaba con sus Rastis a escala galáctica? Un niño inmortal puede inventar todos los juegos que quiera sin repetirse. Dicho esto, ¿por qué me fascinan las iglesias católicas? Conozco casi todas las de Buenos Aires. Y en cada lugar que voy son lugar obligado de visita. (Iglesias y cementerios). Me atrae el kitsch religioso como el sol de noche a la polilla. La negación de las imágenes es lo que no les perdono a los amargados iconoclastas de los cultos evangélicos, que además no toman alcohol ni bailan en sus fiestas, porque temen ofender a un Dios cuyo hijo convirtió el agua en vino por diversión. Hice el catecismo cuando tenía nueve años. El libro que usé era un compendio de culpas. Toda mi conducta entraba en alguna categoría de pecado. El horror en esta imagen de la sangre de Cristo derramándose en el mundo, que además intenta ser vivificante. Yo vivía a la vuelta de la fábrica de pintura Sherwin Williams ; el logotipo, que veía pintado en un paredón cada vez que iba y venía de la iglesia, me parecía igual a la ilustración del libro. Iré a Luján el 11 de septiembre. La sola idea me produce vértigo. Estampitas, medallitas, estatuitas, réplicas de la Basílica, relojes con la imagen de la Virgen, más vírgenes, museo subterráneo de imágenes de la Virgen, y así hasta el infinito, hasta el centro de la Basílica donde muchos llegan de rodillas. Estaré allí y "los bueyes no se moverán". Esperen.

1 comentario:

Cindy Boquita dijo...

mmm...que cosa, en eso coincido, hace mucho tiempo que quería ir a Luján, y el año pasado, fui. Creo en la virgen y se que es una sola, pedi algo y a cambio yo realizaría la peregrinación, fue dificil, pero llegue, y la verdad me impresiono mucho ver todo eso, no entre a la basilica porque no me gusta, mi promesa fue llegar hasta allá los 60km caminando, y lo hice, ente año pienso ir de nuevo para dar las gracias, pero será igual!. La verdad no me gusta ver todo ese negocio que se hace con la fe de la gente.