viernes, septiembre 23, 2005

Desde Azul

(Actualización del martes 27). Para que se ubiquen, en este mapa aparece mi recorrido ferroviario: 300 kilómetros de rieles desde Constitución hasta Azul. Heme aquí, a las once menos diez de la mañana, en un ciber del pueblo. El día está pesado, pero no llueve, que era lo que temía. Me he deslumbrado con Azul. Es una mezcla extraordinaria de modernidad y conservación. Hay edificios antiguos muy llamativos y torres que no desentonarían en el centro de La Plata. En su conjunto me parece muy diferente a Laprida, donde las casas bajas son el distintivo de la arquitectura. Lo que sí he notado es que todo el mundo es muy amable... aunque el hecho de ser turista, y periodista, te juega a favor, claro. Llegué anoche a las doce y media. Me estaba esperando una chica del pueblo que había contactado por Internet, buscando alojamiento. Nazareth (tal su bello nombre) me llevó a dar una vuelta por Azul y, finalmente, nos llegamos a la entrada del cementerio. Me bajé del auto y caminé bajo la noche caliginosa aunque estrellada. Fue abrumador. Confirmó mi opinión de que Salamone es uno de los arquitectos argentinos más importantes, y de que su obra es un delirio. Esta tarde volveremos; tendré las fotos para ese entonces. (Anoche estaba muy oscuro para mi pobre BenQ...) De todos modos aquí están las primeras imágenes. La plaza es fascinante por el piso, hecho de baldosas romboidales que combinadas forman un extraño efecto óptico. Me mareó, reconozco, aunque Nazareth no lo podía creer. Salamone, precursor del op art. Image Hosted by ImageShack.us También diseñó las farolas y los bancos de la plaza. Image Hosted by ImageShack.us Hay mucho Art Déco en Azul, y casi nada de Art Nouveau. Image Hosted by ImageShack.us No todo es arquitectura. En el partido de Azul sucedió, en abril de 1922, uno de los crímenes más impresionantes de la crónica roja nacional: Mateo Banks, un estanciero arruinado, mató a toda su familia (toda, incluyendo hermano, sobrina, hija, etc.), amén de despachar un par de peones, para cobrar la herencia. La memoria del hecho es parte del imaginario popular de la ciudad. Ésta es la casa en Azul de Mateocho (apodo basado en el número de crímenes), convenientemente ubicada frente a una escuela. Image Hosted by ImageShack.us Al parecer sólo viven allí unos perros negros muy simpáticos, que se dejaron acariciar moviendo la cola. ¿Almas de...? Image Hosted by ImageShack.us *** Más noticias, mañana.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

"Tu cabeza es un nido de ratas, cantaba la Bersuit cuando eran un grupo bueno"

Entré a tu blog por una recomendación incanpieísta de principio de incertudumbre. Leí. Me engancharon varias cosas.
El alma de los perros, las baldosas de esa plaza y que te enamores de personajes. Quizás seas el único tipo que se haya dado cuenta. Las chicas no existimos. Somos personajes. Enamorate nomás, que está habilitado.
La Bersuit, fue. Bien ahí.

Marcelo Metayer dijo...

Hola zaaar.
Qué bueno que te gusten.

Y sí, estudié en el Palaá (Salvador de Benedetti). Me recibí de Técnico Electrónico en 1987 (Dios... dieciocho años).

¿Vos también estudiaste ahí?

Saludos.

Marcelo Metayer dijo...

¿Por qué tanto misterio? ¿Te persigue la Guardia Suiza del Vaticano?

Bob Chow dijo...

conveniente la polera cuando empieces a ser perseguido por la Stasi por investigar tema Salamone.

"...nido de ratas" es un cóver de un autor brasileño que hacía Bersuitvergarabat, creo que no tienen un sólo tema bueno, de ellos. Empezaban con "Birthday" de Los Beatles, eso está bien.