jueves, diciembre 29, 2005

Especial Fin de Año (II)

Hoy para Abril
I. Pensaba dividir estas reflexiones en tres partes, pero estuve demasiado ocupado y van a ir en dos, y la trilogía me quedará en bilogía. Así que por favor disculpen la extensión de este post; prometo para el 2006 escribir con más brevedad. II. Jueves Poesía Y bueno, alguna vez tenía que llegar el momento. Les voy a presentar un poema mío, escrito en un infinitamente lejano año 2001. Algún día les contaré todo lo que pasó en ese año. Hoy, les dejo esto. la belleza durmiente nube bajo las sábanas blanco contra blanco un perdido rayo de sol te toca y me deslumbra tus ojos mirando hacia adentro tu cuerpo se estremece hundido en el sin par terror de un sueño te acaricio la frente suave huelo tu aroma pétalo de jazmín te calmas aparece el reflejo de una sonrisa estarás sonriendo en tu sueño y otra vez tranquila vuelves a la oscuridad mientras yo te velo nube bajo las sábanas leve y blanca, leve y blanca III. La Navidad estuvo buena. La pasamos con mi hermana, su marido, y parientes de él. Además vino mi tía Nelly de Santa Teresita, un fenómeno. Rescato esta foto en la que mientras mi hermana Carolina amenaza emborracharse con una sidra, un servidor hace lo propio con una gaseosa Axis ($1 los dos litros y cuarto). IV. Poco fui al cine, pero mucho vi en VCD, el formato trucho por excelencia. Ayer hablaba con mi mamá acerca de que mientras las leyes y las organizaciones artísticas tratan de impedir las copias ilegales y su comercialización, la tecnología de consumo cada vez incita más a la piratería. Hoy se consiguen discmans que reproducen mp3 y VCD, y mi hermana puede ver archivos DivX en su DVD. Un video VCD bien hecho rivaliza en calidad de imagen, aunque no de sonido, con un DVD, y sale mucho más barato; además, no hace falta una computadora de la NASA para verlo. De todo lo que han contemplado mis ojitos, me quedo con tres películas: El Efecto Mariposa, con Ashton Kutcher, Final Fantasy (ya comentada aquí) y La casa de las dagas voladoras (en el cine, hermosa, impresionante). Hablo de El Efecto Mariposa más adelante. En cuanto a La casa de las dagas voladoras, es una película de artes marciales deslumbrante como El tigre y el dragón, y una historia de amor desgarradora. Moraleja final: El amor verdadero siempre muere. Pero es tanto lo que no he podido ver. V. La memoria es lo que más he ejercitado este año, en el que muchas veces tuve que escapar de la cruenta realidad para irme hacia otra parte. Por eso me han fascinado dos relatos que tienen que ver de forma directa con la memoria. En El Efecto Mariposa, el protagonista lleva un diario desde su infancia y al crecer se da cuenta de que cuando lee un fragmento vuelve allí y puede cambiar los hechos... pero al volver las consecuencias de ello son impredecibles. Una película impresionante, con matices oníricos. Muy buena la actuación de Kutcher, el flamante marido de Demi Moore, el insoportable Kelso en That 70’s Show. La otra pelicula en cuestión se llama The final cut (no sé su título en castellano) y la protagoniza un amargado y sorprendente Robin Williams. El tipo es montajista, de ahí el cut, corte, del título, pero no hace montaje de cine, sino de recuerdos. Porque en la ficción de la película, que transcurre en un presente alterno, a la gente se le inserta un chip desde bebés que registra todas las imágenes y sonidos hasta la muerte del portador. En ese momento, se extrae y un montajista, o editor, “arregla” la película y se exhibe a los familiares, que pueden contemplar la vida del occiso (cual dicen que pasa frente a tus ojos toda tu vida justo antes de morir). Williams es el mejor de todos los editores... hasta que se enfrenta con su propio pasado. Las dos películas tienen visiones disímiles en el valor que se le da a la memoria. En la primera, los recuerdos son lo único que puede cambiar el presente; en la segunda, se ha convertido en un valor comercializable y la gente reacciona, hay grupos subversivos anti implantes. ¿Y yo? A veces me gustaría que ambas fueran verdad. Que recordar con la suficiente intensidad nos haga volver a vivir el pasado, y que podamos volver a ver todo como en una película. Si Borges tiene razón, si el idealismo es una postura válida para explicar el universo, si creamos las cosas con nuestros pensamientos, si como afirman los teósofos hay un Akasha o memoria del universo... VI. Ayer, 28 de diciembre de 2005, acompañé a mi tía a Escobar. Allí está enterrado lo que mi tío dejó al morir: unos huesos, jirones de ropa, oligoelementos que ya se deben haber integrado al humus. Etcétera. Personalmente, estoy seguro de que la esencia de mi tío desapareció al morir. Pero si mi tía piensa distinto, y cree que el cuerpo de mi tío resucitará en el Juicio Final, no soy quien para contradecirla. Así que a las nueve de la mañana, ya con 27 grados, tomamos el tren hacia Constitución. Resumo la odisea: tren a Constitución - colectivo 98 a Once - micro Chevallier a Escobar - colectivo local hasta el cementerio (después de pizza, pepsi y pispear algunas muchachas de la zona, bastante potables). A la una de la tarde, el sol caía sobre nosotros con toda la fuerza de los rayos cósmicos, taladrándonos el cerebro, cerebelo y bulbo raquídeo. Era la hora en que las lagartijas duermen la siesta... El cementerio en sí me decepcionó. Es feo, Tiene sus particularidades, como que las tumbas de tierra están en el centro de regiones delimitadas por panteones, algo que no había visto, ya que generalmente ambas cosas suelen estar separadas. Lástima que sólo encontré un (¡1!) panteón digno de la foto. La vuelta fue tan terrible como la ida, y duró cerca de tres horas. En total, seis horas de viaje para estar alli dos horas y media. Pero cumplimos. VII. El segundo semestre del año estuvo marcado por mi trabajo con Robert. Ya sabía que sería temporal; no me imaginaba que la iba a pasar tan bien. Aprendí un montón de cosas acerca de programación web, caminé miriámentros de veredas porteñas, conocí la diferencia entre la madera de pitá y la de guatambú, hice amigos nuevos de muchas partes. En fin, estuvo bueno. Fue una de las cosas rescatables de 2005. VIII. ¿Qué es un blog? Después de un año y medio de jugar este juego, de ver cientos de blogs diferentes de todo el mundo, de romperme la cabeza con detalles de programación, estética y sobre todo de contenido, todavía no sé lo que es. Mi formación fue periodística y aún me cuesta sacarme de la cabeza la división básica de gráfica, radio y televisión. Aún busco que lo que hay en Internet se acomode en alguna de estas tres categorías. Pero los blogs son algo nuevo, algo distinto. Provocan efectos extraños. A mí, por ejemplo, me inquieta profundamente el blog de mi amigo Bob Chow (O Comments), de una manera que ninguna novela de Lovecraft lo ha hecho. Y me entristece profundamente, por razones harto distintas, principiodeincertidumbre. Del mismo modo, la mayoría de los blogs operan con mis emociones más que con mis pensamientos. Arriesgo una definición, incompleta y tal vez insensata: en un blog mostramos lo más íntimo de nosotros, un diario privado destinado a la publicidad; nos arrancamos las vísceras para ponerlas en bellos marcos y repartimos entradas para la exhibición a amigos, enemigos y desconocidos. No sé qué vendrá después con el avance inmisericordioso de la tecnología, pero hoy día el blog es el fenómeno cultural más importante, muy por encima de los anquilosados mass media y de las artes narrativas. No es lo mejor, pero es lo más importante, y es lo que hay. IX. Todas las grandes obras literarias de la antigüedad comienzan invocando a las musas o divinidades tutelares, que le dictan las palabras al mortal, mero instrumento o copista. El mismo Martín Fierro pide a los santos del cielo que aclaren su entendimiento. Hace un par de dias escuché un tema musical que arranca con una invocación, la más enigmática que conozco. Es una canción de amor, de amores perdidos y recordados. Pero, ¿cómo puede comenzar así?: ¡Fantasmas!, traigan más asado, que veinte años no son nada, y acá todavía queda fuego. Astonishing, como dicen los ingleses. X. Abro y cierro el círculo invocando a mi propia divinidad, a la estrella que rige mi vida y que muchas veces fue lo único que me salvo de la disgregación. Abril, hija mía, momento absoluto, solución perfecta de 1/0: te amo. Esto, todo esto, cada momento, cada palabra, cada acento, cada sístole y diástole, todo esto es para vos. Que sean felices, no sólo en esta fiesta de Fin de Año, sino siempre, en toda su vida, cuando las bengalas se apaguen y no haya más champagne (cito a Abba, je je je). Les envío océanos de amor.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Marcelo... me hice un viajecito por tu blog, como siempre... y bueno que decirte amigo cibernetico! me gusta leer tus cositas...
Hermosa tu niña ...
Espero que la pases lindo este fin de año... y nos leeremos el proximo. Pasa por mis blogs de vez en cuando... yo no soy muy uena en esto pero intento escribir lo que siento... y me sirve para desahogar mi imaginacion... o mi mente... jajajajaja te mando muchos besos y Feliz año!

Anónimo dijo...

fe de erratas: quise decir BUENA. jejejej

Che Marcelo esto de los comentarios es una porqueria, me rechaza la claveeeeee y bue... chin chin... y proba la gaseosa economica "la puntual" citrus, es como la vieja y nunca bien ponderada Neus pomelo! je ta ricaaa
y que el 2006 venga con prosperidad para comprar un lote jajajaja quiza en las playas de Rocha!! frente al mar?? :O)

principio de incertidumbre dijo...

Marce, abrazoooooooooooooo así de enorme. Disfrutá con abril, no se puede ser tan hermosa, che.


Te quiero mucho, y cuidate.


P.D. (si mi blog te hace triste, pongo cosas alegres).

Cuidate.

Anónimo dijo...

Yo te dejo un mar de gracias...

(feliz nuevo año, feliz último día)


Viktoria

gael dijo...

si te gustaron esas pelis te recomiendo "hero", del genero de artes marciales, y con respecto a lo de la memoria supongo que habrás visto "Eternal Sunshine of the Spotless Mind", traducida como "eterno resplandor".
Disfrutalas y acordate de quien te las recomendó!

Marcelo Metayer dijo...

Ante todo, gracias mil a todos.

María: te pido disculpas por no haber pasado por tu blog. En momentos nomás, más rápido que un bombero, demostraré que el movimiento se demuestra andando y me daré una vuelta por allí.


PdI: yo también te quiero mucho, mis 11 1/2 horas...

Viktoria: fue un feliz último día, esperemos (y hagámoslo posible) que sea un feliz año totalmente.

Zaaar: otro abrazo para usted. Y a ver cuándo nos juntamos a recordar viejas épocas.

Gael: No he visto Eterno Resplandor..., es uno de mis temas pendientes para este año. Y ya que estamos, el que recuerde más películas sobre la memoria, que avise. Hasta podríamos hacer un foro aquí sobre el tema. De nuevo, gracias. Y por supuesto que voy a recordar quién me la recomendó.

Anónimo dijo...

Permiso... llego tarde para desear un feliz 2006?
A ver si se puede dejar el año que pasó en el tacho de basura y comenzar el nuevo con todo.

PD: qué parecido salió en la foto al cantante de Los auténticos Decadentes! es familiar?

Abrazo.

Marcelo Metayer dijo...

Liyo, un abrazo para vos...
Y en lo único que nos parecemos con Cucho, es en que yo también soy Decadente... (leo a Wilde y a Huysmans, qué vivo soy)

Anónimo dijo...

Un buen resumen estilo "perdiodístico".
Espero que el próximo año sea fructífero y afortunado.

Pienso que la mejor definición de un blog es que no tiene.