jueves, abril 14, 2005

Alone in the dark / in the light

El tiempo es una corriente que no siempre fluye con la misma intensidad. Si no vean: desde que posteé mi última entrada en el blog han transcurrido apenas dos semanas, pero me pasaron tantas cosas que lo leo y me parece que el que escribió eso era otra persona, otra encarnación de mí mismo. Estoy sentado en el cyber de City Bell de siempre, en el único en el que encontré un amigo en el mostrador. Pero que esté aquí es una casualidad, ya que me he separado (por fin) de Carina, y ya no vivo más aquí, sino en Florencio Varela, en el hogar materno, del que partí hace siete años con esperanzas de no volver jamás. A pesar de todos mis deseos, ya es la tercera vez que regreso. Espero que sea la definitiva. 36 años (3 veces 12, no lo olviden) y nuevamente solo. En estos días, un torrente de amigos ha aparecido de las sombras para palmearme la espalda, mirarme con lástima y decirme "y bueno, qué le vas a hacer, el tiempo pasa", etc. Otros me dicen "qué bueno, era hora, no daba para más", etc. Nadie, con la maravillosa excepción de Robert, ha creído que deba sentirse indiferente con respecto a mi caso ¿Y saben qué es lo mejor de todo? Que yo me siento bárbaro. Supongo que la depresión de estar separado se va a caer encima de mí de un momento a otro, pero por ahora mi alma está más liviana que nunca. El universo es una página en blanco donde todo puede suceder, una foto que aún no tomé, un jardín de senderos en donde aún no ha salido el sol y los destinos son invisibles. ** ** ** Como siempre, les recomiendo, les imploro, que no dejen de pasar por el maravilloso mundo de Esteban Podeti. No se pierdan los otros weblogs recomendados, especialmente Fabio.com.ar y Barra de seriales.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Espero que el anuncido bajón espiritual no llegase a buen (mal) puerto.
¿Porqué la obsesión con los números? ¿Deconstrucción nominal?¿Esencias pitagóricas en su alma?