Ayer, 29 de julio, se cumplieron 150 años del fallecimiento de uno de los mejores compositores románticos. Poco escuché por ahí de este aniversario; será que esta música ya no vende.
Robert Schumann no tuvo una vida fácil. Murió en el manicomio, como Maupassant y Hölderlin.
Dejó demasiado. Con el Concierto para piano, hubiera bastado.
Vaya mi recuerdo, desde un lugar infinitamente lejano en el tiempo y en el espacio.
domingo, julio 30, 2006
sábado, julio 29, 2006
Mis Celáneas I.2006
Hoy, para Diego
Después de mucho tiempo (la última vez fue para fin de año 2005), vuelven las maravillosas MisCeláneas a El Navegante Solitario. Era hora.
1. El granizo que cayó sobre Buenos Aires el miércoles me impresionó sobremanera. Fue inevitable pensar en El día después de mañana, en los ciclos que se cumplen, en que tal vez estén llegando los últimos tiempos. Pero también es cierto que, de vez en cuando, suceden hechos extraordinarios, y que es probable que el mundo siga funcionando como siempre; esas cosas son como una válvula de escape para la, en general, modesta realidad.
2. Granizo como huevos de gallina. Otras lluvias: "Lluvias negras, lluvias rojas, caída de mil toneladas de mantequilla. Nieve negra, nieve rosa, pedrisco azul, pedrisco con gusto a naranja. Yesca, seda, carbón". Lean a Charles Hoy Fort. Lean "El libro de los condenados". Lectura imprescindible antes de morir:
"Lluvias y nieves negras, lluvias de tinta copos de nieve negros como el azabache. Cayeron en Irlanda, en mayo de 1840, sobre un distrito de 80.000 hectáreas, acompañadas de un olor fétido y desagradable. La lluvia de Castlecommon, Irlanda, el 30 de abril de 1887, 'densa, negra lluvia' Una intensa lluvia negra en Irlanda, los 8 y 9 de octubre de 1907, 'dejando en la atmósfera una horrible pestilencia'. La explicación ortodoxa, aparecida en Nature, 2 de marzo de 1908, hace intervenir nubes de lluvia venidas de los grandes centros industriales de Gales del Sur, atravesando el canal irlandés".
3. Aparece nuevo candidato para Mejor Disco del Año. Esta vez, se trata de un casi desconocido compilado que hallé de mera casualidad en Internet: Punk Goes Pop. Allí una melange de grupos skas y punks arremete contra famosísimos temas pop de los últimos tiempos y en más de una ocasión la versión supera al original. Por caso: Dynamite Boy cantando I Want It That Way, de los Backstreet Boys, o Yellowcard covereando Everywhere, de Michelle Branch. Muy recomendable. Se lo pueden bajar de acá.
4.Volviendo, de alguna manera, a la parte 1., he aquí las increíbles nubes que se pudieron apreciar desde el balcón de mi casa, el día después de la granizada (el día después de antes de ayer...).
5. ¿Se acuerdan de cuando MTV era un canal interesante y pasaban lindos videos, y no era una sucesión de realities con rubios imbéciles y seudo latinos?
6. Película imprescindible, hoy por hoy: ¿Quién es Jackie Chan? A cada rato repiten en el cable y por aire (maravillosos sábados a la tarde) esta mezcla de ballet de artes marciales, aventuras, espionaje y ecología.
7. Sigue sin aparecer aquella que perderá su vida a mi lado. A esta altura, la misantropía absoluta es una tentación difícil de frenar. La soledad es gloriosa, pero siempre se vive al límite de caer en el solipsismo.
martes, julio 25, 2006
La ira del manso
Mi amigo Nicolás tiene, desde hace un tiempo, una banda con unos amigos: La ira del manso. Vienen tocando en varios lugares de La Plata y alrededores. Siempre amagué con que iba a ir un recital, hasta que pude estar allí, en el Centro Cultural Daniel Favero, de 40 y 117, el sábado 22 de julio.
Hacía frío. Llegué caminando, bordeando la vía, superando la oscuridad. No había mucha gente en la calle. Pensaba que llegaba tarde. Y en eso, ya llegando a la esquina, me abarajó Nico. "Todavía no arrancamos, estamos esperando que llegue más gente", me dijo. Entré y me mandé directo al bar. Compré una lata de 500cm3 de Quilmes y me dirigí a la sala.
El lugar es chiquito, pero tiene buena acústica. Piso de madera, techo muy alto, angosto. Evidentemente es un lugar para teatro. Pero igual se la bancó bien. Lo primero que me llamó la atención fueron las estrellas que decoraban el escenario. "Toda la tarde recortando estrellitas", me dijo Nico entre risas. Miré alrededor. A las 2 de la mañana, pocos minutos antes del comienzo del recital, seríamos unas cuarenta personas. La mayoría, sentados en el piso.
Luego afinaron un poco. Tardaron algo en ajustar el bajo: "Quiero que vibre el piso", aseguró el sonidosta. Y ya éramos más, quizás unos ochenta, cuando sonaron los primeros acordes.
Reconozco que me sorprendieron. Sólo había oído un mp3 de ellos, y me habían parecido más refinados, algo así como unos Catupecu con Gancia y limón. Pero en vivo, me asaltaron imágenes de The Strokes (aquí en la Argentina, casi desconocidos, casi de culto, casi famosos) y de muchos grupos punks.
Reconozco que lo mejor, por ahora, de La ira del manso, es lo musical. Todos tocan muy bien. Los temas suenan muy bien. La voz suele ser un problema en estos recitales, además de que es el instrumento más delicado. A lo que voy, es que a veces al cantante no se le entendía lo que decía.
Acá les dejo un video. No pidan sonido cuadrafónico: es lo que mi camarita me permite. Más que nada, es para que se den una idea de lo que fue el recital.
Las letras, poesía y rebeldía adolescente. Veremos cómo siguen evolucionando. En resumen, valió la espera, el frío, caminar por la oscuridad. Estuvo bueno. Vuelven a tocar, junto a otras bandas, el 19 de agosto. Prometo ir. Y les recomiendo ir.
Nico, transpirado después del recital.
PD: Tocaba otra banda después: Norma. Pero estar una hora sentado en el suelo me hizo doler la espalda. Lo siento.
Hacía frío. Llegué caminando, bordeando la vía, superando la oscuridad. No había mucha gente en la calle. Pensaba que llegaba tarde. Y en eso, ya llegando a la esquina, me abarajó Nico. "Todavía no arrancamos, estamos esperando que llegue más gente", me dijo. Entré y me mandé directo al bar. Compré una lata de 500cm3 de Quilmes y me dirigí a la sala.
El lugar es chiquito, pero tiene buena acústica. Piso de madera, techo muy alto, angosto. Evidentemente es un lugar para teatro. Pero igual se la bancó bien. Lo primero que me llamó la atención fueron las estrellas que decoraban el escenario. "Toda la tarde recortando estrellitas", me dijo Nico entre risas. Miré alrededor. A las 2 de la mañana, pocos minutos antes del comienzo del recital, seríamos unas cuarenta personas. La mayoría, sentados en el piso.
Luego afinaron un poco. Tardaron algo en ajustar el bajo: "Quiero que vibre el piso", aseguró el sonidosta. Y ya éramos más, quizás unos ochenta, cuando sonaron los primeros acordes.
Reconozco que me sorprendieron. Sólo había oído un mp3 de ellos, y me habían parecido más refinados, algo así como unos Catupecu con Gancia y limón. Pero en vivo, me asaltaron imágenes de The Strokes (aquí en la Argentina, casi desconocidos, casi de culto, casi famosos) y de muchos grupos punks.
Reconozco que lo mejor, por ahora, de La ira del manso, es lo musical. Todos tocan muy bien. Los temas suenan muy bien. La voz suele ser un problema en estos recitales, además de que es el instrumento más delicado. A lo que voy, es que a veces al cantante no se le entendía lo que decía.
Acá les dejo un video. No pidan sonido cuadrafónico: es lo que mi camarita me permite. Más que nada, es para que se den una idea de lo que fue el recital.
Las letras, poesía y rebeldía adolescente. Veremos cómo siguen evolucionando. En resumen, valió la espera, el frío, caminar por la oscuridad. Estuvo bueno. Vuelven a tocar, junto a otras bandas, el 19 de agosto. Prometo ir. Y les recomiendo ir.
Nico, transpirado después del recital.
PD: Tocaba otra banda después: Norma. Pero estar una hora sentado en el suelo me hizo doler la espalda. Lo siento.
miércoles, julio 19, 2006
Desparramo
Bueno, no fue mi intención, pero al hacer un par de experimentos con Wordpress.com, puntualmente, un intento de exportación de blog, se descajetó el formato de lo que están viendo. Se perdieron todos los saltos de línea.
Hoy ya no, pero voy a intentar recuperar la forma en los próximo días.
Hoy ya no, pero voy a intentar recuperar la forma en los próximo días.
Sólo poesía
El fénix
Soy el último en tu camino
La última primavera la última nieve
El último combate por no morir
Estamos abajo más arriba que nunca
.................................
Hay de todo en nuestra hoguera
Manzanas de pino sarmientos
Pero también flores más fuertes que el agua
Barro y rocío.
Pisamos la pasión la pasión nos corona
A nuestros pies insectos pájaros hombres
Van a volarse
Los que vuelan van a posarse.
.............................
El cielo está claro la tierra sombría
Pero el humo se va al cielo
El cielo perdió todos sus fuegos
El ardor quedó sobre la tierra.
.............................
La pasión es la nube del corazón
Y todas las ramas de la sangre
Ella canta nuestra música
Y disipa el vaho de nuestro invierno.
.............................
De noche y con horror llameó el dolor
La ceniza floreció en alegría
Damos siempre la espalda al ocaso
Todo tiene el color de la aurora.
Paul Eluard
(versión de César Fernández Moreno, para De La Flor, 1968)
Soy el último en tu camino
La última primavera la última nieve
El último combate por no morir
Estamos abajo más arriba que nunca
.................................
Hay de todo en nuestra hoguera
Manzanas de pino sarmientos
Pero también flores más fuertes que el agua
Barro y rocío.
Pisamos la pasión la pasión nos corona
A nuestros pies insectos pájaros hombres
Van a volarse
Los que vuelan van a posarse.
.............................
El cielo está claro la tierra sombría
Pero el humo se va al cielo
El cielo perdió todos sus fuegos
El ardor quedó sobre la tierra.
.............................
La pasión es la nube del corazón
Y todas las ramas de la sangre
Ella canta nuestra música
Y disipa el vaho de nuestro invierno.
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De noche y con horror llameó el dolor
La ceniza floreció en alegría
Damos siempre la espalda al ocaso
Todo tiene el color de la aurora.
Paul Eluard
(versión de César Fernández Moreno, para De La Flor, 1968)
jueves, julio 06, 2006
Jueves Poesía
En estos días extraños, húmedos, cuando quisiera que las palabras que salen de mi boca sean como tigres, cuando mi sangre hierve como el mar, en estas tardes larguísimas de invierno en las que me siento a escuchar música vieja y pensar en notas nuevas; no hay más que poesía.
Out of the Rolling Ocean, the Crowd
1
OUT of the rolling ocean, the crowd, came a drop gently to me,
Whispering, I love you, before long I die,
I have travel’d a long way, merely to look on you, to touch you,
For I could not die till I once look’d on you,
For I fear’d I might afterward lose you.
2
(Now we have met, we have look’d, we are safe;
Return in peace to the ocean, my love;
I too am part of that ocean, my love—we are not so much separated;
Behold the great rondure—the cohesion of all, how perfect!
But as for me, for you, the irresistible sea is to separate us,
As for an hour, carrying us diverse—yet cannot carry us diverse for ever;
Be not impatient—a little space—Know you, I salute the air, the ocean and the land,
Every day, at sundown, for your dear sake, my love.)
Mejor que yo lo dice Walt Whitman.
El corazón es un tirano.
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