Mi amigo Nicolás tiene, desde hace un tiempo, una banda con unos amigos: La ira del manso. Vienen tocando en varios lugares de La Plata y alrededores. Siempre amagué con que iba a ir un recital, hasta que pude estar allí, en el Centro Cultural Daniel Favero, de 40 y 117, el sábado 22 de julio.
Hacía frío. Llegué caminando, bordeando la vía, superando la oscuridad. No había mucha gente en la calle. Pensaba que llegaba tarde. Y en eso, ya llegando a la esquina, me abarajó Nico. "Todavía no arrancamos, estamos esperando que llegue más gente", me dijo. Entré y me mandé directo al bar. Compré una lata de 500cm3 de Quilmes y me dirigí a la sala.
El lugar es chiquito, pero tiene buena acústica. Piso de madera, techo muy alto, angosto. Evidentemente es un lugar para teatro. Pero igual se la bancó bien.
Lo primero que me llamó la atención fueron las estrellas que decoraban el escenario. "Toda la tarde recortando estrellitas", me dijo Nico entre risas. Miré alrededor. A las 2 de la mañana, pocos minutos antes del comienzo del recital, seríamos unas cuarenta personas. La mayoría, sentados en el piso.
Luego afinaron un poco. Tardaron algo en ajustar el bajo: "Quiero que vibre el piso", aseguró el sonidosta. Y ya éramos más, quizás unos ochenta, cuando sonaron los primeros acordes.
Reconozco que me sorprendieron. Sólo había oído un mp3 de ellos, y me habían parecido más refinados, algo así como unos Catupecu con Gancia y limón. Pero en vivo, me asaltaron imágenes de The Strokes (aquí en la Argentina, casi desconocidos, casi de culto, casi famosos) y de muchos grupos punks.
Reconozco que lo mejor, por ahora, de La ira del manso, es lo musical. Todos tocan muy bien. Los temas suenan muy bien. La voz suele ser un problema en estos recitales, además de que es el instrumento más delicado. A lo que voy, es que a veces al cantante no se le entendía lo que decía.
Acá les dejo un video. No pidan sonido cuadrafónico: es lo que mi camarita me permite. Más que nada, es para que se den una idea de lo que fue el recital.
Las letras, poesía y rebeldía adolescente. Veremos cómo siguen evolucionando.
En resumen, valió la espera, el frío, caminar por la oscuridad. Estuvo bueno.
Vuelven a tocar, junto a otras bandas, el 19 de agosto. Prometo ir. Y les recomiendo ir.
Nico, transpirado después del recital.
PD: Tocaba otra banda después: Norma. Pero estar una hora sentado en el suelo me hizo doler la espalda. Lo siento.
5 comentarios:
marce seguro ya leiste el mail!
gracias una vez mas
No, de nada. Allí estaremos el 19!!!
gracias capo!!! soy charly, la vox inentendible, juaaa. ja todo bien, en los recis nunca se entiende.
muchas gracias por la onda loco.
un abrazo!
De nada, Charly!!! Disculpá que me fui así de golpe, pero además del dolor de espalda (y bueno, para ciertos trotes uno está viejo jajaja), vivo lejos, no sé si te contó Nico, y ya se me hacía tarde. Digo, disculpame porque me hubiera gustado saludarlos a todos uno por uno.
Igual ya nos veremos, tengo intenciones de hacerles una entrevista antes del 19 de agosto.
Un abrazo.
OK, SALE! el 19 nos vemos.
gracias nuevamente.
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