miércoles, agosto 09, 2006

El Navegante Solitario recomienda

"Afortunado en el juego, desafortunado en el amor", afirma el dicho popular. No sé dónde entran los que, como yo, no suelen tener suerte en ambas categorías. Mi lucky star suele llevarme por otros barrios; sobre todo, se esfuerza para que el azar me traiga, como los Reyes Magos en el exilio, regalos nuevos cada día, maravillas que andan sueltas por ahí hasta que uno se las encuentra y ya no están sueltas, sino que se agarran a nuestro corazón.
Entonces, he aquí mis recomendaciones para hoy, miércoles 9 de agosto de 2006.

1. Primero que nada: escuchar, no importa la manera (Internet, Musimundo, robo a mano armada) el único, hasta ahora, larga duración de Carla Bruni: Quelqu'un m'a dit. Sólo una chica (hermosa, por añadidura), su guitarra y su voz, susurrando palabras de amor en francés. Queda confirmado: las cosas más tristes y bellas, como bien supo Edith Piaf, sólo se pueden decir en francés.
Estuve pensando seriamente (sic) en usar este disco como test drive: si una chica me gusta, y no muere de melancolía con Le ciel dans une chambre (track 6), mi mano acusadora señalará la puerta abierta, y se irá sin decir una palabra, hacia la ominosa noche del olvido.

2. Leer el ensayo de Carlos Enrique Abraham Borges y la ciencia ficción. Editado por Quadrata, se consigue en cualquier lado por 9 mangos y es la primera aproximación seria a los vínculos del escritor máximo con este género tantas veces despreciado por los amantes de la literatura “culta”. Se da el gusto, con altura y argumentos, de darle con un caño a Harold Bloom, a Pablo de Santis, a Juan Jacobo Bajarlía. Pone en evidencia algo de lo que yo estaba seguro hace rato: los paralelismos, estructurales y contextuales, entre Borges y Lovecraft.
Vaya mi aplauso para Carlos.

3. Ver la película imprescindible del año. No, no es El Código Da Vinci (que está buena igual) o X Men III (impresionante); mucho menos, alguna del rebuscado cine por el que se babean los fanáticos del BAFICI. No; lo que hay que ver sí o sí es Los Piratas del Caribe: El cofre de la muerte.
Tal vez sea un lugar común decir que esta cinta tiene “de todo”: comedia, acción, romance, monstruos al por mayor. Pero en este caso, nada sobra, para producir un tanque arrasador, una especie de respuesta de Hollywood a las basuras como Closer. Qué drama intimista ni tres carajos: lo que yo quiero es que me persigan los caníbales, navegar a bordo del Holandés Errante con su tripulación de deformes condenados, ser amenazado por el Kraken, que me salve de una pelea de bar de marineros una chica disfrazada de hombre, dispararle tiros de arcabuz a un mono inmmortal.
Así, enumerados sin ton ni son, parecen hechos absurdos. Pero de tal modo está formada nuestra vida, por más que intentemos hallarle un orden lógico a los acontecimientos.

Fui fervorosamente acompañado por Abril -“Papá está loco”, no se cansa de repetir con una sonrisa inmensa-, que disfrutó tanto como yo y sigue ansiosa por la tercera parte de la historia. Es más, entre Vecinos invasores, Patoruzito 2 y este film no dudó en su elección.

Estas películas, y no otras, son las que me hacen llorar.

4. Por último: Dejar lo que estén haciendo a las siete de la tarde, y sin importar el lugar, salir a caminar, a ver el cielo que declina, a respirar el aire del crepúsculo, el perfume de la noche que llega.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El pobre pibe que come pastelitos,resulta ser ahora que es desafortunado en el amor y en el azar!!!!!!!!!!!!
hay ,no sera mucho?
Piensa,experimentar...
Desea que una mujer muera de melancolia ,para que?
Para convidarle sus sabrosos pasteles tomandose una coke?

Me gusto la recomendacion 2)

Marxe dijo...

Hace días que no paro de escuchar Quelqu'un m'a dit por insistencia de mi hermana que la pescó... de la publicidad de sopas Knorr, esa del rusa y la porteña. Veremos si consigo el CD.

La peli no la ví pero todos me la recomiendan porque resaltan el espíritu de las viejas pelis de piratas, asique tendré que hacer caso.
Un abrazo.