sábado, marzo 11, 2006

Sábado Poesía

Dedico esta maravilla al otoño naciente que nos rodea (bueno, por lo menos aquí en La Plata) El Tigre Tornasolando el flanco a su sinuoso paso va el tigre suave como un verso y la ferocidad pule cual terso topacio el ojo seco y vigoroso. Y despereza el músculo alevoso de los ijares, lánguido y perverso y se recuesta lento en el disperso otoño de las hojas. El reposo... El reposo en la selva silenciosa. La testa chata entre las garras finas y el ojo fijo, impávido custodio. Espía mientras bate con nerviosa cola el haz de las férulas vecinas, en reprimido acecho... así es mi odio. Enrique Banchs *** Nota final: les recomiendo encarecidamente leer "El tiempo de la noche", de William Sloane. Hay edición de Minotauro más o menos fácil de conseguir. A mí, me arrebató el corazón.

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