domingo, diciembre 12, 2004

Navidad

Doce de diciembre, ya. Las Fiestas (así, en mayúsculas) se han venido encima. Es una buena época para fotografiar, una buena época para escribir, una buena época para cerrar los ojos y sentir el aroma de los jazmines, que para mi es La Flor de la Navidad. Hoy hablaba con alguien de que hasta no hace mucho, me deprimían las Fiestas. Es decir, cuando era chico siempre fue ocasión de regocijo. Al crecer (bueno, de alguna forma hay que nombrarlo), pasó a ser entristecedor. Ahora, en cambio, por alguna razón que ignoro pero a la que le doy la bienvenida, ha vuelto a ser una hermosa época del año. Ya no me caen mal los saludos, las sonrisas, las invitaciones a tomar algo, el calor. Tal vez uno de los motivos de mi felicidad sea el extraño clima, que no corresponde a diciembre sino a un abril algo caluroso. Tal vez el amor que me atraviesa como un torrente sea la causa. No lo sé; no importa. Vaya como colofón a estos pensamientos las primeras (¡al fin!) fotos tomadas con mi flamante Benq DC3410 que voy a colgar aquí. Por supuesto, empezaré con el autorretrato que más me gusta. Free Image Hosting at www.ImageShack.us Luego tengo esta foto de Abril, mi hija, que me encanta, por sí misma y por todo el universo que propone: un universo infantil donde prima lo fantástico y el terror, en el que ella (y su papá con mucho gusto) se mueve como pez en el agua, o como murciélago en la oscuridad. Free Image Hosting at www.ImageShack.us Finalmente, por hoy, les muestro una de los fotos de la tormenta que bendijo City Bell hace unas semanas. Fue muy bella. Tengo más imágenes, luego veré si las cuelgo. Free Image Hosting at www.ImageShack.us Nada más por hoy. Espero escribir más antes de fin de año. Ya, doce de diciembre. Qué barbaridad, cómo se pasó el año, volando, no somos nada, la vida es la vida. Etc.

domingo, noviembre 28, 2004

Gota

Ha pasado un largo tiempo desde que dejé aquí mis últimas impresiones. En ese lapso hice realidad un esperado sueño: gracias a la ayuda de un amigo, pude comprar una cámara digital. He juntado montones y montones de fotos, de las cuales muchas considero que son buenas. Como por el momento me manejo con cybers y locutorios para agregar datos a este blog, aún no tuve oportunidad de subir nada. Pero prometo torturarlos con mis imágenes en breve. Hoy en día, otra cosa me preocupa. Desde el año 2001 (casi coincidiendo con la debacle de De La Rúa), vengo sufriendo ataques crónicos de la enfermedad de los reyes, la gota. Aparentemente, los ataques tienen relación con la llegada del verano. Ayer volví a sufrir uno, y todavía estoy con el pie hinchado. Es doloroso, pero más aún es molesto, ya que ocasiona dificultades para caminar. Tengo que tomar una medicación y además seguir una dieta. No debería tomar cerveza, pero a estas alturas eso ya no me preocupa demasiado. Después de este intermedio clínico, que me hace sentir que poco me falta para ser cliente del PAMI, paso a cosas más agradables. La primavera en City Bell continúa siendo digna de atención. Cerca de mi casa hay un inmenso cerezo con flores blanquísimas. Lo descubrí hace muy poco, pero creo que realmente merece estar en el grupo de maravillas del mundo. Las tardes son alucinantes, desde hace más de un mes. Son días de playa sin playa (¡ay!), en los que te cocinás a la tarde y a la noche refresca, con vientito. ¿Para qué seguir? El mar siempre te llama.

domingo, octubre 03, 2004

Nostalgia del mar

No sé si han visto esa publicidad televisiva en la que un espantapájaros conduce un Renault Clio hasta la orilla del mar. Se baja del auto y la resaca de las olas baña sus pies de palo. Sube de nuevo y maneja hasta su campo. Allí lo está esperando el dueño del auto. Se abrazan, el espantapájaros vuelve a su rol de espantapájaros y la persona se va. Así, tan sencillo. Por alguna razón esas imágenes me emocionan hasta las lágrimas. Y es que para los que hemos vivido cerca del mar, y ahora no lo tenemos cerca, esa nostalgia de que las olas muerdan nuestros pies es terrible. Y el amor del hombre, que permite que el espantapájaros cumpla su sueño de conocer el mar, ese mar del que tanta nostalgia tenemos, es maravilloso. Casualidad o no, el mismo día en que vi por primera vez la publicidad leí un impresionante cuento de Lord Dunsany llamado "Poltarnees, la que mira al mar". En esa historia el protagonista le dice a su amada que irá a Poltarnees, la ciudad a orillas del mar, para ver el mar y volver, porque ella es más hermosa que el mar. Pero él no vuelve y reconoce que los que nunca han visto el mar no saben lo que hacen. Casualidad o no, alguien a quien amo nunca ha visto el mar.

domingo, septiembre 26, 2004

Memorias olfativas

El mediodía del domingo me dio ganas de pasear por City Bell. Descubrí (o más bien redescubrí) que el universo, además de estar compuesto de imágenes visuales y auditivas, posee de infinitas variedades de olores. Que los científicos digan que los aromas consisten de seis tonos esenciales combinados entre sí; a mí eso no me alcanza. Yo sé que el perfume de un jazmín me trae recuerdos de pasadas navidades y que un lejano aroma de asado de alguna forma que no comprendo alegra mi corazón. Les recomiendo hacer la prueba. Sólo caminar, oler y tratar de recordar. (Hay algo que me inquieta: cuando un olor no me trae ningún recuerdo en particular, es decir, no está asociado con nada; la mente me teje extrañas trampas, y se me cruzan imágenes desconocidas, como de sueños). +++++++++++++++ Hoy tengo esta foto, que tomé ayer pero no tuve tiempo de publicar. No es ninguna maravilla, pero es como me veo ahora (no me cambié todavía la remera). No estoy muy alegre, pero es que refleja la realidad. se me iba el tren +++++++++++++++++++ Hay cosas que sé que no me animo a escribir (ni siquiera debería pensar). El amor sigue caminos extraños. "¿Por qué tenemos que amar donde cae el rayo y no donde escojamos nosotros?", se preguntaba Coventry Pathmore en el siglo XIX. Eso. ¿Por qué?

miércoles, septiembre 22, 2004

Noches tibias

Los días están llegando, inevitables. Ya escribí una vez (para mí) que vienen la época de sufrir y padecer las noches tibias y de sentir el perfume de jazmines invisibles. La tibieza también trae amor.

lunes, septiembre 20, 2004

Vísperas de la Primavera

No soy un amante de la primavera. Generalmente brindo los 20 de septiembre por la despedida del invierno. Pero este año, de algún modo, es especial. Disfruto como un gato al sol, me gusta ver las flores que llueven de los árboles, me gusta cerrar los ojos mientras camino para sentir la mezcla de perfumes (claro que sólo los cierro un instante). Dejo esta vieja foto (que también está en ) como doble señal: despedida del invierno y bienvenida a la primavera. Gato al sol Feliz Equinoccio. (Y no olvido que mi hija Abril se llama así por la primavera boreal, el momento en que abren las flores). (Suena en este cyber California, por Lenny Kravitz, una canción muy adecuada)

jueves, septiembre 16, 2004

Concurso

Hoy estoy en La Plata. Vine a traer un cuento para un concurso, y buscar las bases para otro. Hace calor; la primavera está muy cerca. Como pueden ver, continúo con mis búsquedas sicodélicas de Webcams. Ésta en particular está virada al verde, como si el mundo estuviera bajo el agua (¿y puedo estar seguro de que no es así?). Agua Dejo acá para ir a la muestra de Florencio Molina Campos, ya que estoy a la vuelta. ... Bueno, se van a quedar con las ganas de la foto, ya que me parece que quedó en un formato no reconocido por el Internet Explorer. Tampoco se pierden tanto.

martes, septiembre 07, 2004

Psicodelia & Dibujos Animados

Continúo con mi divertido aunque inútil recorrido por los locutorios y cybers de la zona. Ahora encontré otro frente a la plaza principal de City Bell (plaza Belgrano) en el que la cámara tiene una curiosa tendencia a agregar algunos píxeles de colores por su cuenta. Juzguen ustedes: Psicodelia En vista de tal suceso, merecería estar escuchando Pink Floyd o, por lo menos, King Crimson. Pero de los parlantes del cyber (no sé si notaron que en todo cyber que se precie suena música a todo volumen, tal vez para apagar el frío crepitar de las teclas de plástico) sale La Ley: ¿metáfora rebuscada del universo o estúpida coincidencia? A otra cosa. Hoy hemos visto con mi hija Lilo & Stich, una de las últimas maravillas de la Disney. Tiene un par de años, pero aún no la había podido mirar. Y la verdad es que quedé encantado (o más bien abducido). En primer lugar me impactó el argumento, que entronca con mi obsesión favorita: los extraterrestres. Luego me fascinaron el dibujo y el colorido, que nunca había visto en una producción Disney. Ellos se caracterizan por el dibujo de contornos bien marcados y colores planos. Pero en este caso los fondos están pintados (o por lo menos así aparecen) con acuarelas, lo que provoca unas increíbles graduaciones de colores. Y después de todo esto, tenemos la historia, una típica historia Disney de reivindicación de valores familiares pero con componentes muy interesantes, como el hecho de que la niña protagonista esté a cargo de una hermana que lucha por su tenencia. En resumen, una magnífica película. Dejo aquí para ir a tomar unos mates, que la tarde está espléndida.

sábado, septiembre 04, 2004

Cansancio

Estoy en un locutorio en la calle Cantilo, la principal de City Bell. Son las dos de la tarde de este sábado caluroso y acabo de terminar la segunda parte de mi caminata. Esto es lo que quedó de mí: Carucha La cámara no miente. Mi piel quedó colorada como salmón después de la resolana y la transpiración. Igual, estoy contento. El ejercicio físico derrochó torrentes de endorfinas en la poca sangre que me queda y me dejó chocho. En un rato me abrazo a la Quilmes, y que me echen los galgos, que me echen...

viernes, septiembre 03, 2004

Primavera

¡Se viene nomás la primavera! Acabo de pasar debajo de un cerezo en flor y los pétalos arrastrados por el viento nevaban a mi alrededor. Fue una de las imágenes más bellas de los últimos días.

domingo, agosto 29, 2004

Caminata

Ayer fui a repartir volantes de la remisería en la que estoy trabajando. Caminé, según mis cálculos, cerca de 18 kilómetros. No es tanto, pero de todos modos me siento cansado. Y no hice más que la mitad del recorrido que tenía asignado. De todos modos, fue una caminata espléndida. La tarde era maravillosa y la leve llovizna que cayó durante algunos minutos me lavó la cara y me dio fuerzas para seguir. Lo mejor de todo fue la variedad de casas y lugares que descubrí, algunos realmente imperdibles. Me enamoré de una casita modesta perdida en un bosque de pinos sobre los que caía el sol filtrado por nubes azules y grises; en la entrada había un viejo pero rendidor jeep. También vi otras casas inmensas perdidas en la distancia, a las que no llegué aún, y que para alcanzar tendré que sortear extensiones de campo. (Releo lo anterior y me doy cuenta de que se parece mucho a un sueño, a todos mis sueños). A propósito, anoche soñé con otra caminata, pero esta vez por La Plata. Veía muchos edificios inmensos, que yo conocía de sueños anteriores. Durante el sueño yo estaba plenamente seguro de haber caminado por esos lugares. Es más, incluso estaba melancólico porque quería pasar por una iglesia en particular pero no iba a tener tiempo. Ahora, despierto (es una manera de decir), estoy melancólico por la maravilla de esa arquitectura soñada... Pensaba, apenas desperté, en si había edificios en mi vida de vigilia que me provocasen esa sensación de maravilla, y caí en la cuenta de que no, de que hay construcciones que me gustan o me provocan admiración, pero nunca maravilla al punto de cortarme la respiración. Melancolía de mis propios sueños. Hoy el viento cálido arrecia, el suspiro de Santa Rosa que se prepara. Estoy en una casa, solo, al lado del club de golf de City Bell. Sólo escucho el zumbido del ventilador de la laptop y el viento entre los pinos del court. El día es hermoso y yo recuerdo. Y el recuerdo me mata y aplasta mi corazón.

sábado, agosto 28, 2004

Apuro

Como siempre, estoy a las corridas. Esta vez tengo que salir disparando a casa para comer y después salir caminar un rato. En rigor a la verdad, un buen rato, ya que voy a volantear por las calles de City Bell, aprovechando la espléndida tarde. Por supuesto que a la caída de la tarde estaré abrazado a una Quilmes fría... son los pequeños placeres que nos propone la vida. Y ¿quién sabe?, tal vez la Luna llena me sorprenda escribiendo.

jueves, agosto 26, 2004

Requiem por Georgia

Lamento que Canal 9 haya dejado de emitir la serie Georgia (Dead like me, en el idioma original). Nunca he visto tratar el espinoso tema de la muerte con tanta belleza y sinceridad. Realmente un hallazgo, pero que imagino demasiada cargada de humor negro para la sensibilidad masiva. No voy a negar que me enamoré un poco de mi alter ego femenino, Georgia, la chica de la eterna cara triste. I'll always save a prayer for you, Georg.

martes, agosto 24, 2004

Variación a la pregunta fundamental de Heidegger

En general, ¿por qué mierda el ente y no la nada?

El diente

Ayer se le cayó a Abril su primer diente de leche. Fue el tema del día, y todavía hoy sigue fascinada con ello. Siente que está creciendo, y le encanta. A mí también. Los cambios llegan despacio, pero llegan.

lunes, agosto 23, 2004

Still here

...escuchando a Dido...

Adición

El_Triste Al final no me fui a casa para enseñar inglés. Estoy demasiado cansado de muchas cosas; enseñar me gusta, pero también me agota. Creo que voy a aprovechar los próximos cuarenta minutos caminando bajo los frondosos eucaliptos de City Bell. Au revoir!

Bienvenidos al Infierno

Buenas tardes a todos/todas. Hoy, siendo el lunes 23 de agosto de 2004, se me dio por empezar a postear un Blog. Estuve pensando varios títulos interesantes, al estilo del disco de REM: "New Adventures en Hi-Fi", pero no se me ocurrió ninguno. De modo que este diario de andanzas de Patoruzito o más bien de Locuras de Isidoro va a llamarse como yo: El Triste. Mi situación: sentado en un cyber de City Bell, escuchando Hotel California, apurándome para llegar a tiempo a dar mi clase de inglés. Muchas cosas están pasando simultáneamente en esta película de mi vida; las más importantes son que empecé por fin a estudiar francés -la lengua de mis mayores- y las imágenes de mis sueños. Dejo acá, para seguir cada vez que esté sentado en una pc conectada a internet. Love this! Besos Mar