Ayer, 29 de julio, se cumplieron 150 años del fallecimiento de uno de los mejores compositores románticos. Poco escuché por ahí de este aniversario; será que esta música ya no vende.
Robert Schumann no tuvo una vida fácil. Murió en el manicomio, como Maupassant y Hölderlin.
Dejó demasiado. Con el Concierto para piano, hubiera bastado.
Vaya mi recuerdo, desde un lugar infinitamente lejano en el tiempo y en el espacio.
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