jueves, enero 19, 2006
Una delicada selección de bizarrería
Días calurosos, días extraños.
Ayer volcó un Trencito de la Alegría en Mina Clavero. Las imágenes eran las de una película de Tim Burton.
Recién me enteré de que en Corrientes un auto chocó contra un árbol que albergaba un panal gigante. Miles de abejas embravecidas terminaron con lo que quedaba de los viajeros.
Despegó una sonda que pasará como una exhalación por Plutón, y tomará datos durante seis meses, para luego dedicar sus esfuerzos al Cinturón de Kuiper, donde nacen los cometas.
El amigo de la casa Osama Bin Laden hizo conocer otra cinta, en la que su voz aguardentosa (nunca lo escuché pero por una misteriosa razón me imagino que sus palabras en árabe suenan aguardentosas) anuncia más desgracias para Occidente aunque promete una tregua si le dan bola.
Como verán, este post (y otros que seguirán) es producto de mi integración en el entorno de trabajo de la agencia. Todo el mundo está aceleradísimo, cuando parece que en realidad no sucede nada importante. Hoy tuve la oportunidad de escribir mi primer nota: un opúsculo de 1600 caracteres sobre la sonda que lleva tan lejano destino. Mañana la podrán leer en la página de Extra, el diario que hacemos aquí.
Es divertido, es raro, es justo para mí. Soy el hombre indicado en el momento indicado, en un lugar en el que soy un lobo estepario esperando el momento del zarpazo.
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